24 septiembre, 2007

son las 3 de la tarde

Son las 3 de la tarde, nunca me gustaron los viajes largos. Ahora voy por un camino tranquilo, no hay muchos autos cerca, si fuese mas tarde hasta me daría miedo, pero no. Mi pasajera es linda, tiene lindas piernas, los espejos son maravillosos, me dan otra perspectiva, creo que muchos me envidiarían. Tiene el pelo largo y enrulado, es bonita, nunca me ponen atención. Siempre suben mujeres preciosas e interesantes, pero la mayoría de las veces evitan el contacto.
Tiene rulos rojos gigantes y lleva anteojos para leer. Tiene un libro en la mano, a mí nunca me gusto leer mucho. Soy mas bien de hojear un diario o entretenerme con otras cosas. Ella esta leyendo algo que se ve raro. Soy muy prejuicioso. Creo que el trabajo me hizo así. Estar por horas acá adentro te vuelve enfermo, te hace perder la cabeza y el sentido de la orientación. Pero tiene su parte linda. Como la chica que esta atrás leyendo. De a ratos mira el reloj, últimamente la gente se preocupa por cuanto gasta, pero en ella no. Solo mira para tener el control.
Esto de analizar a todo el que sube me va terminar matando. Me gustaría ser menos tímido y poder entablar conversaciones. A veces tengo muchas cosas que decir, otras no tanto, pero uno nunca sabe en que puede terminar una charla.
Ella tiene piernas preciosas, se ven finas en el reflejo, no me animaría a darme vuelta para observarla, quizá cuando se baje pueda mirarla mejor. Tiene un vestido negro, un poco corto, yo no dejaría salir a mi novia así, claro que si la tuviese, pero no la tengo. Seria muy lindo tener al lado una mujer como ella, esta leyendo y nada la distrae. No conversa, la música no la perturba, si tan solo pudiera decir algunas palabras.
Sigo derecho, el sol de las 3 de la tarde puede ser aniquilador: un reflejo de alguna casa, o algún auto que pase rápido te puede dejar ciego y hacerte cometer errores. Odio pensar tanto mientras trabajo. Tendría que encontrar alguna forma de terapia o grabador para todo lo que pienso. Eso deberían inventar. Y también una maquina para adivinar que piensan estas mujeres y poder hablarles sin caer en el absurdo.
Moriría por hablarle. Preguntarle como esta, que hace de su vida, si es interesante lo que lee. Pero me tengo que abstener al trabajo.
Se ve parte del titulo y el autor del libro. Nunca supe de libros ni de poetas muertos, ni de esa gente, a veces me gustaría no ser tan ignorante, en todo sentido. Conocer algunas señales del transito seria bueno también. Es parte de mi trabajo, pero nunca puse demasiada atención a mi trabajo. No quiero estar toda la vida acá arriba.
Ella sigue leyendo cambia de paginas, mira el reloj, de a ratos mira por el espejo como buscando mis ojos. Pero estoy distante, estoy pensando demasiado y seguramente se da cuenta. Ellas se dan cuenta de todo, mi ex mujer sabía cuando me había ido mal y cuando estaba con la otra mujer. por eso nos separamos.
Se dan cuenta de todo, seguramente debe estar pensando que estoy pensando mal de ella, o que solo quiero mirar sus piernas por el espejo y después comentar con los de la parada que subió una colorada espectacular. Tienen una mala imagen de nosotros, aunque es cierta en algún punto, pero no todos somos iguales, las generalizaciones apestan.
Estamos llegando. No me dio muchas indicaciones sobre el viaje. Solo dijo la dirección y se puso a leer.
- 17,50
- Quédese con el cambio.
Me hubiese encantado hablarle
- Gracias, buenas tardes.
- De nada.