02 abril, 2007

Un hombre de suerte

estaba esperando el colectivo sentado sobre un mármol helado, no hacia tanto frío, pero el mármol estaba helado. Creo que tendría que existir una ley deMurphy sobre eso de esperar el colectivo y que vengan todos menos el tuyo. y cuando te dispones a elegir otro medio de transporte, ahí es cuando viene el tuyo, seguro ya existe.
Estaba esperando, no se cuanto tiempo, quizá no mas de 20 minutos, siempre estoy ebrio cuando espero el colectivo a esa hora, o casi. Cuando llego a la parada, indique mi destino y mientras pagaba mire hacia los asientos disponibles y hacia la gente que viaja. A las 4 de la mañana hay de todo arriba de un colectivo, siempre hay una pareja, siempre hay una chica sola, siempre hay algunos chicos que recién salen de fiesta, otro par de borrachos al fondo y siempre sube algún des ubicado como yo. Mire dos veces hacia el fondo mientras ponía las monedas de a una en la ranura, tal como indica la maquina. Vi una chica sentada en una asiento para uno y nos miramos, vi sus ojos en los mios y me fui a sentar lejos de ella. Bastante lejos, como para darme cuenta si me mira o no, si quería hacerlo tenia que dar vuelta todo el cuello, pero de toque me arrepentí de eso y me senté en un asiento para dos, en la misma linea de su asiento. No quería perderme de mirarla cada tanto a la cara, creo que nos miramos furtivamente de a ratitos. Yo siempre la miraba, no quiero imaginar mi cara de señor desesperado por conseguir chicas, pero creo que esa era mi cara en ese momento. Nos miramos un par de veces y la salude con la mano, me sonrió y me dormí.