20 agosto, 2007

hace casi dos años...

hace casi dos años, mas o menos, yo me había peleado con mi novia. no fue una relación larga, apenas duro un par de meses, pero fue difícil. ella me dejo porque dijo que no eramos compatibles, que ya no sentía lo mismo. al momento yo me sentí para el orto, pero tremendamente para el orto, estuve como una semana enfermo, pero enfermo todo yo, con vomito, dolores creados, sensaciones extrañisimas que me ponían cada vez peor.
una semana después, creí que lo había superado, que era un hombre nuevo y que tenia que aprovechar las situaciones así, crisis es oportunidad, y supe que ahí venia mi momento de gloria.
salí con un amigo como lo hacia esos fines de semana, y me encontré con la chica en el mismo bar donde nos besamos por primera vez. estuvimos hablando de nada en particular. ella siempre se había quejado de que conmigo no tenia muchos temas de conversión, creo que tenia razón, prefiero el silencio muchas veces y no soy muy bueno para mantener charlas que se que no van a ir a ningún lado.
busque el momento justo para intentar besarla, y lo hice. lo hice un par de veces, creo que dos o tres, la abrace y ella me dijo al oído "estuve con tal cuando te deje".
creo que ese segundo fue eterno. duro mas de lo que pueden durar todos los minutos y las horas y los días juntos, eso y mucho mas. yo conocía a ese tal, era el tal mismo al que yo le había pedido que interceda conmigo cuando ella me dijo que no quería seguir más, era el tal que creía un amigo, aunque se que no llego nunca a esa categoría. pero el problema no era el tal, era ella. ella fue la estuvo con él. yo creo que siempre la culpa la tiene el que engaña, en ese caso la culpa era toda de ella.
me fui de ahí, casi corriendo. buscando algún lugar donde pueda estar bien. me fui y creo que lo que hice fue escribir y volver a sentirme mal. siempre en esas situaciones escribo, es como una descarga, como lo que te mantiene ahí, en ese limite entre largar todo y volver para seguir luchando.

08 agosto, 2007

fútbol

Yo no era muy bueno jugando al fútbol, aun no lo soy. Nunca pude definir una posición en la cancha, ni supe recibir bien un pase. Soy un jugador de mediocre a menos que eso. Pero mucho no me importa. Cuando era chico jugaba en el club del barrio y mi papá dirigía mi categoría, y no sé si era porque era yo muy malo o para que los demás jugadores no sospechen, pero me ponía siempre en el segundo tiempo, y me hacia jugar de 5, que es lo peor que le puede pasar a un chico de 8 años. Cuando jugas de 5, es porque sos gordito, yo sabia que era gordito, pero esa posición expresada en fútbol era cruel.
Jugamos un campeonato así, yo siempre entrando en el segundo tiempo y siempre ganábamos o por ahí nomás, casi salimos campeones. Al otro campeonato, yo empecé a jugar de 8, mi hermano siempre había jugado de 8 o 9 y jugaba muy bien, siempre me decían lo bien que el jugaba.
Jugando de 8 las cosas cambiaron, iba un poco mas adelante y metía goles, creo que metí 3 y además era re camorrero, e iba fuerte a la pelota.
Una vez, jugábamos de visitantes contra los que iban primeros y nuestro arquero había faltado, así que me toco ir al arco y sufrir los 20 minutos que duraba el primer tiempo, me metieron 4 goles y me fui llorando. Lloraba mientras me metían los goles, no pude atajar ninguna pelota. En el segundo tiempo, volví a mi posición de 8, corrí un par de pelotas, pero el resultado era incorregible, intentábamos e intentábamos, pero la pelota no quería entrar. Corrí más de lo que podía ese partido. En los últimos minutos intente todo para poder meter un gol y asistí muchos pases, hasta genere un penal faltando un par de minutos para que termine. Me acuerdo como fue y todo, y mire al banco para fijar la vista en mi papa y pedir para patearlo yo, agarré la pelota y me encamine hacia el arco.
Ahí podía probar que yo era un buen jugador. Cuando acomode el fútbol sobre el punto del penal, mi papa me grita que patea otro chico, lo mire, acomode la pelota y me fui para el medio de la cancha. Ese día perdimos 4 a 1. No le hable en todo el viaje a mi papa. Después lo perdone.