30 agosto, 2009

la tarde seguia siendo un misterio.
los arboles azules
se alejaban de nosotros,
espantados por los ultimos
rayos de sol.
en el fondo de la habitacion
la claridad de un rincon
iba perdiendo fuerza
y cediendo a la oscuridad,
nuestros ojos se expandian,
intentando capatar la luz del sol.